sábado, 12 de noviembre de 2011

Cuento de Hadas

Y ese día que tanto deseé, llegó. 

La alma de Wolfy recorría las calles en busca de aquél cuerpo con el cual unirse. Con el que fundirse, y construir uno. Y.. lo encontró.
Sentado y apoyado en el cristal del escaparate de una vieja floristería, donde ya Wolfy había bailado una vez allí. Con la cabeza entre las piernas y respirando lentamente. Wolfy se acerco cuidadosamente, aún no podía creer lo que veía, lo había encontrado. Estaba ahí y no era una imaginación. Tampoco una alucinación. Quién estaba allí sentado era y es White. El alma se acerco y se colocó enfrente suya, White levantó la cara y la vio y sus ojos inexpresivos hizo que me diese un escalofrío y revotase. Me acerqué a su pecho y...

Hubo un chispazo que me propulsó hacia la otra parte de la calle. Fue un chispazo frío, inexpresivo, helado...
Y todo lo que había a nuestro alrededor empezó a desaparecer, mi alma deshizo todo el camino recorrido para encontrarse de nuevo con mi cuerpo. El suelo, las calles, el cielo... todo... se empezó a deshacer...
Y cuando todo quedó en la más absoluta oscuridad un rayo de luz empezó a iluminar, y estábamos White y yo en la playa de WonDerLanD . Vi a White mirando inexpresivo al horizonte. No dije nada, me quedé callado, ya que al final... lo comprendí todo.
Aquél chispazo me explicó que no todos podemos enamorarnos de las personas que nos gustaría, y no podemos hacer que amen a los que nosotros deseemos.
Un ejemplo, White y yo.
Solo solté una pequeña lágrima que cayó en una Prímula. Esta soltó un gran destello, se había convertido en un pequeño tubo con una lágrima morada. Ahí contenían todas las promesas que le hice a White.
Mire a White, aún inexpresivo. Le puse la lágrima en la mano, y le abracé, no sé cuanto tiempo pude abrazarlo, solo sé que estaba amaneciendo y cuando dejé de abrazarlo, ya estaba el atardecer.
... *White, yo siempre te voy a querer, y vas a seguir estando en mi mente por mucho tiempo.
Comprendí al final que aunque no podamos estar juntos, lo único que me importa de verdad, es tu felicidad. Vive feliz, búscate a alguien que te llene, crea con aquella persona millones de historias y crear juntos finales.
Lo único que puedo desear ahora, es ver en tu rostro una sonrisa. Viviré feliz así. Cuando amas a alguien, deseas su felicidad sin importar nada más. Sonríe.. White.


Dicho esto, me levanté y me dirigí por última vez al ocaso de la playa, y con ello me continuó la oscuridad que bañó todo WonDerLanD dejando todo suspendido. Antes de abandonar WonDerLanD, miré hacia atrás y aullé tan fuerte que todo lo que tenía delante tembló. Incluso el camino de lágrimas que creé desde la orilla hasta donde me encontraba... Miré hacia delante y salí de WonDerLanD para seguir viviendo aventuras y quedar esta historia como un bonito y hermoso recuerdo.


FIN
Quiero agradecer a todos mis seguidores y a los que han continuado a la historia. 
Esta historia me ha enseñado mucho, ha hecho que sueñe con cosas que jamás podré olvidar. 
He vivido experiencias que me han fortalecido como persona y como soñador que soy.
Muchas Gracias a todos. 
Un beso enorme de Wolfy.


miércoles, 2 de noviembre de 2011

Mar

Llevo tiempo construyendo en un pequeño barco en secreto. Hoy ya lo terminé, y voy a probarlo. Lo cargué en mi espalda y me adentré al mar. Con cuidado y delicadeza, me senté dentro de él. No quería que ninguna flor de su composición se rompiese. Mi pequeño barco construido por miles de pétalos y ramas de flores.
Cada flor, es un deseo. Cada rama un recuerdo. Cada viaje, una historia. Y todo es tuyo.

Todo para ti. Todo por ti. 
White...Je t'aime 

martes, 1 de noviembre de 2011

Nube

Abrazado a mi costado y con la nota en una de mis manos, miraba sentado a la lejanía del ocaso. Miles de nubes multicolor flotaban en el cielo. Descendían continuamente notas musicales de ellas, lentamente. Creaban ondas sonoras en el agua y morían al rozar la figura de aquellos dos lobos, uno de ellos con enormes alas protegiendo al otro. Todo en silencio, me acerqué poco a poco a la orilla, fue entrar en el agua y envolverme con la música de violines y guitarras. Me acerqué más y más hasta estar enfrente de aquella pequeña figura que con el avance se hacía más grande. Era más alta que yo. Abracé al lobo de la figura que protegían, la lágrima que derramé se fusionó con ella y noté el ascenso del agua por mi cuerpo, hasta detenerse en mi espalda y formar unas grandiosas alas, que encerraron a toda la figura. Me obedecían, las abrí y miré con detenimiento a las notas que descendían, detuvieron su descenso pero no paró la música y no dejaron de crear más notas musicales. Había algo que no permitía que se detuviese. Dí un giro rápido y moví toda partícula de aire a mi alrededor, lo que hizo que las notas musicales se reubicaran y formaran una gran escalera de caracol. Ascendí por ella hasta pisar el suave y esponjoso suelo de aquella brillante nube. 
Vi en medio de ella una gran bola transparente, parecía una burbuja. De ella salía las notas, ella misma las creaba. Me acerque poco a poco dando giros sin sentido alguno. Creando figuras al avanzar. Miré dentro de ella y solo vi como se transparentaba. 
Sabes White, lo que vi jamás lo olvidaré... 
Dejé caer una gota dentro de aquella bola o burbuja, pues lo único que tenía en mente era tu viva imagen. 
Y la nostalgia que siento por no sentirte ahora mismo a mi lado. 
Y apareció en ella, tardes en la playa, tu y yo solos paseando tranquilamente agarrados de la mano. 
Acariciándote mientras dormías. Cepillando tu hermoso pelaje a la luz de la hoguera. 
Despertarme y verte al lado mía. Ver tus labios moverse y escuchar un Para siempre. 
Una conversación sin sonido, comunicándonos únicamente con nuestros ojos. 
Estar de pie y que de repente vengas y me abraces por detrás y acaricies con tu nariz mis frías orejas. Y que nuestros hocicos se junten y pasen horas y horas sin despegarse con los ojos cerrados viviendo el momento. Aunque alguna vez los abra yo y me quede rato admirando tu rostro y lo bello que estas al ver lo concentrado que estas siempre.

White, la magia existe. 
Los cuentos de hadas también, al igual que los finales felices y los para siempre. 
Si no existieran, para qué serviría enamorarse. Creo que el amor no es amor 
si no hay historias para crear, finales para dar, ilusiones que ofrecer y deseos por cumplir. 
El amor según mis ojos, es magia. Y la magia es para mí lo que le da sentido al amar. 
Yo vivo feliz al crear miles de historias felices contigo. Al darle un final y un para siempre. 
Y no digo que un para siempre sea fácil conseguirlo. Pero no es algo imposible.
 Se puede conseguir con cariño, cuidado, atención y con magia, mucha magia.
Y por eso, yo estoy tan seguro de mis sentimientos, 
porque creo en la magia y creo en el amor que siento por ti.
Je t'aime White. 
Para Siempre.

No puedes venir.

A donde voy Wolfy, tu no puedes venir...
Tengo secretos ocultos que debo seguir guardándolos. Los cuales contigo estarían en peligro. 
Las miradas de los de mi alrededor me acecharían por todos los lugares, una fuerte presión haría que mi cabeza se hundiese en la fría y helada calzada. No podría sostenerme a mí mismo. Mis secretos deben seguir siendo así. Y no cambiar por el momento. Por eso no puedes venir. Las garras gélidas de aquellos que me vigilan podrían abalanzarse sobre mí. Desgarrarme y triturrarme todos mis sentimientos. Espero que lo entiendas Wolfy. No voy a poner en peligro mis secretos por ti. 
Atentamente White. 

Al terminar de leer aquella nota envuelta por los pétalos de las Prímulas, mis ojos se humedecieron, mis brazos me abrazaron, y mis palabras me hablaron. 
White... claro que te entiendo... 
Ahora, pido que me entiendas tu a mí. A mis deseos. 
Te podré ver todas las noches en la oscuridad del bosque, pues eres el único brillo que puedo ver en el cielo.
Aunque te vea todos los días en mis sueños, en mis recuerdos, no puedo compararlos con verte delante mía. Y saber que estás ahí. Que si te vas ha ir, poder sentirte hasta el último segundo. Mis días son incompletos si mis ojos no te ven aunque sea por un segundo. No son días si mis oídos no son capaces de oír tu dulce voz. Ni son días si no te siento entre mis brazos. Llevas mi libertad, si te alejas te la llevarás contigo. Te protegerá. Y seré prisionero de tu cuidado eterno. Si te acercas harás que mi propio cuerpo se encargue de esa protección. White, quiero que comprendas, que aunque sea pocos segundos los que pueda estar contigo, deseo estarlos. 

White, te entiendo. 
Pero no me pidas que no desee verte. 
Je t'aime.