martes, 1 de noviembre de 2011

Nube

Abrazado a mi costado y con la nota en una de mis manos, miraba sentado a la lejanía del ocaso. Miles de nubes multicolor flotaban en el cielo. Descendían continuamente notas musicales de ellas, lentamente. Creaban ondas sonoras en el agua y morían al rozar la figura de aquellos dos lobos, uno de ellos con enormes alas protegiendo al otro. Todo en silencio, me acerqué poco a poco a la orilla, fue entrar en el agua y envolverme con la música de violines y guitarras. Me acerqué más y más hasta estar enfrente de aquella pequeña figura que con el avance se hacía más grande. Era más alta que yo. Abracé al lobo de la figura que protegían, la lágrima que derramé se fusionó con ella y noté el ascenso del agua por mi cuerpo, hasta detenerse en mi espalda y formar unas grandiosas alas, que encerraron a toda la figura. Me obedecían, las abrí y miré con detenimiento a las notas que descendían, detuvieron su descenso pero no paró la música y no dejaron de crear más notas musicales. Había algo que no permitía que se detuviese. Dí un giro rápido y moví toda partícula de aire a mi alrededor, lo que hizo que las notas musicales se reubicaran y formaran una gran escalera de caracol. Ascendí por ella hasta pisar el suave y esponjoso suelo de aquella brillante nube. 
Vi en medio de ella una gran bola transparente, parecía una burbuja. De ella salía las notas, ella misma las creaba. Me acerque poco a poco dando giros sin sentido alguno. Creando figuras al avanzar. Miré dentro de ella y solo vi como se transparentaba. 
Sabes White, lo que vi jamás lo olvidaré... 
Dejé caer una gota dentro de aquella bola o burbuja, pues lo único que tenía en mente era tu viva imagen. 
Y la nostalgia que siento por no sentirte ahora mismo a mi lado. 
Y apareció en ella, tardes en la playa, tu y yo solos paseando tranquilamente agarrados de la mano. 
Acariciándote mientras dormías. Cepillando tu hermoso pelaje a la luz de la hoguera. 
Despertarme y verte al lado mía. Ver tus labios moverse y escuchar un Para siempre. 
Una conversación sin sonido, comunicándonos únicamente con nuestros ojos. 
Estar de pie y que de repente vengas y me abraces por detrás y acaricies con tu nariz mis frías orejas. Y que nuestros hocicos se junten y pasen horas y horas sin despegarse con los ojos cerrados viviendo el momento. Aunque alguna vez los abra yo y me quede rato admirando tu rostro y lo bello que estas al ver lo concentrado que estas siempre.

White, la magia existe. 
Los cuentos de hadas también, al igual que los finales felices y los para siempre. 
Si no existieran, para qué serviría enamorarse. Creo que el amor no es amor 
si no hay historias para crear, finales para dar, ilusiones que ofrecer y deseos por cumplir. 
El amor según mis ojos, es magia. Y la magia es para mí lo que le da sentido al amar. 
Yo vivo feliz al crear miles de historias felices contigo. Al darle un final y un para siempre. 
Y no digo que un para siempre sea fácil conseguirlo. Pero no es algo imposible.
 Se puede conseguir con cariño, cuidado, atención y con magia, mucha magia.
Y por eso, yo estoy tan seguro de mis sentimientos, 
porque creo en la magia y creo en el amor que siento por ti.
Je t'aime White. 
Para Siempre.

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