martes, 11 de octubre de 2011

Viaje de la arena.

Corriendo entre las calles me encontraba, por las esquinas se asomaban sombras de notas musicales. 
Detrás de una me senté a escuchar aquella música creada por flautas de pan. Me recordaban a mi preciado bosque, a mi querido WonDerLanD. No pude evitar que mi cola bailase con aquellas. La música amansa a las fieras, llena de energía, fuerza, valor y esperanza. Mis párpados cayeron con el dulce y armonioso brillo de la Pasionaria. Vieja playa de WonDerLanD, últimamente noto el ambiente más cálido. La arena a mis pies empezó a cobrar vida propia y a dibujar una figura realmente familiar. Cuando cesó, fijé mi vista en ella. 
-White... - Y aquella arena se solidificó en un instante y salió a la velocidad de la luz hacía el atardecer, hacia el mundo real. A cuatro patas detrás suya me encontraba yo. - Creo que ya dije, que nunca te dejaría escapar - Y ambas figuras dibujadas en el rojo atardecer se desvanecieron. 
La música cesó y con ello mi cola se relajó. "{De vuelta a la búsqueda, aún queda mucho camino por recorrer, tu solo espérame White}" 
Una inclinación hacia la luna y la velocidad de mi alma y sombra tiraron de mí. Dejando atrás mi cuerpo el cual luchaba por intentar seguir nuestro ritmo.

Abandonaré mi propio cuerpo,
únicamente para encontrarte. 
Sufriré únicamente para verte. Solo para hacerte feliz, White.

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